El vidrio líquido

El vidrio líquido

El vidrio líquido

A lo largo de nuestras diferentes publicaciones hemos hablado de prácticamente todos los tipos de vidrio y su recorrido a lo largo de la historia de la humanidad. Se trata de un material con una fuerte presencia en nuestro día a día que ha moldeado por completo nuestro mundo. Sin embrago, normalmente al hablar de vidrio lo asociamos a algunos tipos en concreto obviando que existen algunos tipos sobre los que no tenemos ni la más remota idea.

Es algo sobre lo que hablamos en este post sobre el vidrio esmerilado y que también queremos hacer hoy con un nuevo tipo que te sorprenderá. Nos referimos del llamado vidrio líquido, un material muy utilizado pero que es bastante menos conocido que otros tipos como los templados o los laminados. Te contamos lo que debes saber sobre el vidrio líquido y repasamos algunos de los tipos más comunes de este versátil material.

¿Qué es el vidrio líquido?

Cuando hablamos de vidrio líquido, por norma general solemos hacer referencia a un producto elaborado con resina de poliéster que tiene un acabado parecido al cristal. Suele contar con una utilización muy extendida para manualidades y resulta perfecto para proteger fotografías, aplicar en tela y en otra gran cantidad de objetos.

Su uso ofrece un acabado de tipo acrílico que puede igualar los efectos de hasta 50 capas de barniz, de ahí que cada vez sea muy utilizado para dar el característico toque del vidrio a muchos objetos de otros materiales. Además, es muy fácil de aplicar, lo que hace que todo sea mucho más sencillo para conseguir el acabado que deseamos.

Otros tipos de vidrio

Un tipo de vidrio, el líquido, perfecto para aplicar sobre otros objetos. Pero, como hemos podido repasar en otras ocasiones, no es el único que existe. Y es que hablar de vidrio es hacerlo también de constante evolución e innovación. Si buscas el tipo perfecto para tu hogar, no te pierdas este artículo de Homify. Repasamos algunos de los tipos más utilizados en la actualidad como el templado, el doble acristalamiento o el laminado.

Vidrio templado

Esta variedad suele utilizarse con fines de protección y seguridad. Su principal ventaja con respecto al vidrio común reside en su resistencia, algo que se consigue a través de diferentes tratamientos. Para conseguir el templado, que es lo que le otorga esa dureza, el vidrio se somete a temperaturas superiores a los 600 grados y se enfría de forma rápida con aire. El resultado es el de aumentar hasta en 5 veces la resistencia del material.

Doble acristalamiento

Este tipo no deja demasiado lugar a dudas por su nombre. Consiste en dos vidrios unidos pero con una cámara de aire deshidratado entre ellos. Esto ofrece un mejor aislamiento a nivel térmico y acústico, así como la ventaja de no condensar. Suele ser el vidrio más utilizado para ventanas en las viviendas y negocios debido a sus propiedades.

Vidrio laminados

El vidrio laminado también está formado por varias capas de vidrio. Aunque a diferencia del doble acristalamiento, no existe una separación mediante cámara de aire entre ellas. Como características definitorias, ofrece una buena adherencia, transparencia, resistencia y elasticidad. Al estar formado por varias capas, es ideal para la protección, que puede ser simple, fuerte, antirrobo y antibalas.

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